Se redujeron algunos contaminantes en el aire durante el día sin carro

Con motivo del día sin carro que se llevó a cabo el miércoles 22 de abril, la Red de Monitoreo de Calidad del Aire, Meteorología y Ruido en el Valle de Aburrá midió la disminución en los contaminantes presentes en la atmósfera durante la jornada. Los resultados indican que hubo menor concentración de dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, dos de los contaminantes más comunes en las zonas urbanas.

Desde las 8 de la mañana y hasta las 5 de la tarde se registraron los datos provenientes de las 17 estaciones de monitoreo instaladas en diversos puntos del Valle de Aburrá. Allí se registraron las variaciones en el material particulado, dióxido de nitrógeno, monóxido de carbono y ozono.

Para medir los cambios se tomó en cuenta el miércoles promedio entre el 1 de enero de 2014 y el 31 de marzo de 2015, “con el fin de tener mayor representatividad y a la vez minimizar los sesgos asociados a la variabilidad de las condiciones atmosféricas (condiciones meteorológicas y a los niveles de contaminantes en el aire ambiente)”, indican los boletines del Laboratorio de Calidad del Aire –Calaire- de la Facultad de Minas, encargado de operar la Red de Monitoreo en convenio con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá.

Respecto a las concentraciones de material particulado en el aire, el que más afecta la salud humana, se registraron algunos aumentos y en mayor medida disminuciones en diferentes puntos a lo largo del día. La investigadora y jefe de Calaire, Carmen Elena Zapata Sánchez, explica que aproximadamente el 78% de este material en el Valle de Aburrá proviene del transporte mientras que el otro 22% lo producen las industrias, construcciones y fuentes areales (como las emisiones por el uso de gas natural en las viviendas).

Así mismo, agrega que el PM2.5 (material particulado menor a 2.5 micras) es el más dañino para la salud porque entra a los pulmones, puede pasar al torrente sanguíneo y llegar a todos los órganos del cuerpo. Durante la jornada este material solamente aumentó en el sector cercano a la estación La Estrella del Metro (33,5%); mientras que en las demás estaciones se registraron disminuciones, sobre todo en las cercanías a la Corporación Universitaria Lasallista (ubicada en Caldas) y de la Universidad Nacional Núcleo el Volador, en un 27,5% y 24% respectivamente.

En los niveles de dióxido de nitrógeno y monóxido de carbono, resultado de la quema de combustibles, se registraron disminuciones significativas principalmente en zonas aledañas a la Facultad de Minas de la Universidad Nacional, el Museo de Antioquia y el Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, que van desde el 13,9% hasta el 43,9%.

Los niveles de ozono, un gas que se produce por reacciones entre la radiación solar y contaminantes producidos por los vehículos y la industria, se registraron aumentos en todas las estaciones, en mayor medida en las cercanías al Museo de Antioquia (42,9%), el Núcleo El Volador de la Universidad Nacional (40,6%) y la Institución Educativa Concejo Municipal de Itagüí (40,2%).

Carmen Elena explica que este aumento se debe a que el día fue bastante soleado y, aunque hubo reducciones del material particulado, la radiación solar produjo más reacciones fotoquímicas. “Cuando el día está nublado los niveles de ozono son más bajitos porque hay menos transformación de los óxidos de nitrógeno, que son los que reaccionan con la luz solar para convertirse en ozono”, comenta la investigadora y agrega que este gas produce daños en la salud humana como dermatitis, irritación en los ojos e incluso nuevos estudios muestran que en niveles altos tiene influencia en las enfermedades cardiovasculares.

Finalmente, los niveles de ruido se miden a través de una estación de monitoreo ubicada en Medellín en el Centro de Convenciones y Exposiciones Plaza Mayor. Allí se registraron disminuciones en los decibeles entre las 9 y 10 de la mañana (3,4%) y entre las 4 y 5 de la tarde (2%).