Un análisis de las regulaciones de Basilea para el sistema bancario colombiano

Una tesis doctoral de la Facultad de Minas propone acciones indispensables para entender las implicaciones de la Regulación Basilea IV - FRTB, como última normativa bancaria mundial, y la ruta para que sea incorporada por los bancos colombianos.

Summa cum laude es una expresión latina que significa «con la más alta distinción» y la tesis doctoral Riesgo de mercado en portafolios bancarios de opciones de divisas, distinguida con esta máxima calificación aborda el cálculo de riesgo de mercado, su gestión y estimación de reservas bancarias, siguiendo la nueva regulación de Basilea FRTB; además de conectar su misión con puntos neurálgicos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible —ODS—, al promover un sistema financiero más transparente y sostenible, capaz de resistir las fluctuaciones del mercado y de ofrecer servicios bancarios para todos.

A través de esta tesis de Carlos Alexander Grajales Correa, doctor en Ingeniería, Industria y Organizaciones de la Facultad de Minas Unal y su asesor, Santiago Medina Hurtado del Departamento de Ingeniería de la Organización, proponen una metodología avanzada para que los bancos estimen sus reservas y se ajusten a las nuevas regulaciones globales, garantizando la estabilidad de sus operaciones frente a los riesgos del mercado cambiario y las fluctuaciones de las divisas.

Basilea IV —Suiza— es la última regulación bancaria de naturaleza global que inició su vigencia en 2023 y a partir de la cual se han modificado las normativas que rigen los cálculos de las reservas asociadas, introduciendo un enfoque más conservador en cuanto a la suficiencia de las reservas.

"La crisis económica actual se presenta como un llamado de atención. En muchos casos, se trata de corregir fallas estructurales y modificar las reglas para evitar que los efectos devastadores de las crisis vuelvan a repetirse", comentó Grajales Correa, cuyo principal enfoque investigativo es la gestión de riesgos de mercado, haciendo énfasis en el contexto colombiano.

El concepto de riesgo de mercado se refiere a las pérdidas que una institución financiera puede vivir debido a las fluctuaciones en el valor de activos, como las divisas, las acciones o las tasas de interés. Esta tesis muestra cómo crisis las globales, como las guerras, los conflictos sociales y las tensiones comerciales, pueden provocar volatilidad en los mercados, lo que aumenta el riesgo para los bancos y hace que requiera mayores reservas.

Las inestabilidades económicas que vivieron diferentes regiones del mundo en los últimos años, causaron que instituciones regulatorias, encabezadas por Basilea, tomaran medidas más drásticas para garantizar reservas suficientes. Y en este sentido, esta investigación quiere alertar sobre la importancia de que los bancos recalculen sus riesgos bajo la nueva regulación, porque los riesgos que enfrentamos son cada vez más frecuentes. Y estos no son solo hipotéticos, se materializan", advirtió el profesor Medina Hurtado.

Si bien la mayoría de los países han implementado lo que contempla Basilea IV, Colombia aún está en proceso de implementación, lo que genera altas expectativas y preocupaciones. En esta investigación se entrega una advertencia de que, de no adoptarse las nuevas regulaciones, se podrían comprometer la estabilidad bancaria del país, las calificaciones de riesgo institucional y el acceso a fuentes de financiamiento internacionales, como el Fondo Monetario Internacional —FMI—.

"El país podría afectar su grado de inversión por la no suficiencia de reservas bancarias y ser percibido como un mercado más riesgoso. Este escenario tendría un impacto negativo en el costo de los proyectos de infraestructura del Estado y, más aún, en las posibilidades de los colombianos de acceder a servicios bancarios confiables”, explicó Grajales Correa.

Ambos investigadores afirman que, si bien la implementación de la regulación podría significar una carga para los bancos colombianos debido a la disposición de mayores reservas, a largo plazo contribuiría a la estabilidad del sistema financiero y fomentaría la confianza internacional.

La investigación se enfoca en una metodología para apoyar al país en la adaptación de la regulación Basilea- FRTB por parte de entidades del sector bancario y otras instituciones, como las cooperativas financieras. Y vislumbra que podrían producirse fusiones en el sector financiero como resultado de las nuevas exigencias regulatorias. Esto no solo impactaría a los propios bancos, sino que trazaría posibles rutas de acceso más amplio a servicios bancarios y financieros para todos, como lo proponen los ODS.

En el documento final también se hace una introducción de metodologías innovadoras en el cálculo de riesgos, utilizando herramientas matemáticas que incorporan la incertidumbre y las percepciones de los expertos. La teoría de la incertidumbre, que puede modelar factores de riesgo para los cuales no existen datos estadísticos suficientes, abre una nueva dimensión en la gestión de riesgos.

"Los modelos tradicionales de riesgo suelen depender de datos históricos y supuestos sobre el comportamiento de los mercados, pero en un mundo tan cambiante y lleno de incertidumbre, necesitamos herramientas más sofisticadas. . Como trabajo futuro de esta investigación, vemos la posibilidad de integrar técnicas matemáticas avanzadas que permitan a los bancos calcular riesgos y anticiparse a situaciones que no puedan ser capturadas por los modelos convencionales.", concluyó Medina Hurtado.  

Ante las nuevas regulaciones, los bancos deben leer la realidad económica, caracterizada por una creciente incertidumbre. Las nuevas reglas, aunque desafiantes, prometen fortalecer el acceso más inclusivo a servicios financieros, lo que, en última instancia, contribuiría a la estabilidad económica de los países y al logro de los ODS.

Pero este llamado a la acción no solo es para los grandes bancos, sino también para que los mercados emergentes como Colombia preparen su sector financiero para los desafíos del futuro. El tiempo para ajustarse es limitado, y las decisiones tomadas hoy serán fundamentales para la salud financiera global en los próximos años.