La falta de mantenimiento, el diseño inapropiado de las vías y los factores climáticos contribuyen al deterioro de las carreteras y vías del Valle de Aburrá, es necesario comprender y atender profundamente las razones que los originan para proponer soluciones duraderas ante un fenómeno que incide en la calidad de vida de sus habitantes. En la Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia se investigan soluciones para estos problemas viales.
Fotografía: Valentina Valencia, oficina de comunicaciones Facultad de Minas
No son simples inconvenientes ornamentales o del paisaje, los huecos en la vía ponen en riesgo la seguridad de quienes transitan las carreteras de la ciudad y sus alrededores; detrás de estos fallos en la infraestructura hay un conjunto de causas complejas que van más allá del simple desgaste. En la vía a Santa Elena, en la vía a San Félix, en la Avenida Regional… su desgaste obedece a las mismas causas.
Uno de los principales factores que incide en la aparición de huecos en las vías es la falta de mantenimiento adecuado. El agua, en particular, es uno de los mayores enemigos de las vías. "Es fundamental diseñar las vías teniendo en cuenta un buen coeficiente de drenaje y hacerle mantenimiento a ese drenaje porque el diseño de la estructura está relacionado con esa capacidad de drenaje que le hacemos", afirma el profesor Jorge Eliécer Córdoba Maquilón, quien ha estudiado a fondo este tema. Si el agua no se evacúa de manera eficiente de la carretera, termina infiltrándose en la base granular de la vía, lo que provoca que esta pierda estabilidad y fuerza, y, como consecuencia, se presenten los temidos huecos.
En el contexto de Medellín, las laderas y carreteras que van a los corregimientos, son espacios en los que, a pesar de las inversiones realizadas por la Alcaldía, los huecos continúan apareciendo. “La solución es un viaducto o una variante que vaya de un punto estable a otro punto estable porque hay una falla geológica y un proceso de reptación y lo que hagas ahí siempre se va a hundir”, explicó el profesor Córdoba Maquilón, quien enfatizó en que el problema radica en que la montaña, en constante movimiento, genera presión sobre las estructuras viales, lo que provoca que estas cedan y aparezcan huecos.
Además, el agua que se acumula en estas zonas contribuye al desgaste de las bases y la carpeta asfáltica, agravando aún más la situación. Cuando se construye una carretera, el diseño de su estructura debe tener en cuenta una serie de variables que incluyen el volumen de tránsito, la carga de los vehículos y las condiciones climáticas, particularmente la temperatura y el agua. El objetivo es crear una vía capaz de soportar el peso de los vehículos y resistir las fuerzas naturales que actúan sobre ella.
“Ningún material resiste demasiado el agua, ya que los diseños están hechos para que el agua no entre directamente a la vía; hay que evacuarla lo más rápidamente posible. Donde hay mucha agua pasando continuamente, el pavimento va a fallar. Este deterioro es más evidente en las zonas de Medellín donde las pendientes son pronunciadas, pues en esos lugares, el agua tiende a acumularse y ejercer presión sobre el pavimento, lo que termina por causar daños significativos”, señaló el investigador.
Además de la falta de mantenimiento, existen otros factores que inciden en el deterioro de las carreteras de Medellín: las deficiencias en los análisis estructurales y los cálculos de diseño. Es decir, hay ocasiones en que las carreteras no se construyen con los materiales adecuados o no se cumple con las especificaciones técnicas establecidas.
Destacado: En el Laboratorio de Geotecnia y Pavimentos se dan investigaciones sobre nuevos materiales y técnicas de construcción. Un ejemplo de esto es el trabajo realizado con estudiantes de maestría, donde se creó la primera mezcla asfáltica ecológica utilizando aceite de palma. También se han estudiado granos de caucho reciclado y botellas de recipientes de agua, que buscan mejorar la calidad del pavimento mientras se reduce el impacto ambiental de las obras viales.
Una tendencia mundial de la ingeniería de pavimentos es la reducción de la temperatura a la que se producen las mezclas asfálticas. En Colombia, el 95% de las mezclas tradicionales se producen a temperaturas de entre 160 y 170 grados centígrados, lo que conlleva un alto consumo de combustibles. Sin embargo, nuevas investigaciones están llevando a la creación de mezclas más ecológicas y económicas, que se producen a temperaturas más bajas.
Acciones para una infraestructura vial duradera
El mantenimiento adecuado de las vías es un aspecto clave para evitar la formación de huecos. Las autoridades deben ser conscientes de la importancia de contar con un plan de mantenimiento rutinario y periódico. Es esencial que las entidades encargadas de la infraestructura vial prioricen las vías más afectadas por los problemas de drenaje y las que se encuentran en zonas de alta pendiente, pues son estas las que presentan mayor riesgo de derrumbes y daños. Además, la limpieza constante de las cunetas y la reparación de las fisuras en el pavimento son tareas que deben realizarse de forma oportuna para evitar que pequeños daños se conviertan en problemas graves.
Medellín debe contar con un enfoque integral que incluya un adecuado diseño de las vías, mantenimiento constante y preventivo e inversión en investigación y desarrollo de nuevos materiales. En ese sentido la articulación de las universidades, los entes gubernamentales y de la comunidad será esencial para la perdurabilidad de carreteras seguras y duraderas.
Por: Natalia Piedrahita Tamayo- Periodista